jueves, 28 de diciembre de 2006

LA OLA PRIVATIZADORA NOS ALCANZA!


En fechas recientes hemos escuchado la existencia de una propuesta del gobierno municipal para privatizar el servicio de agua potable de la ciudad de San Luis Potosí y su área conurbada. ¿Pero que es lo que lleva a pensar que la iniciativa privada siempre administra mejor que el estado? ¿Por que esta tendencia de querer privatizarlo todo? Esto se debe a que se encuentra de moda el neoliberalismo, que para entenderlo mejor me he dado a la tarea de tratar de explicar de forma muy general sus principios teóricos.

El liberalismo económico surge en Europa, más propiamente en Inglaterra a finales del siglo XVIII y principios del XIX, principalmente como producto del auge de la revolución industrial y las ideas de libertad de la revolución francesa de 1789; esta doctrina defiende la no intervención del estado en la actividad económica.

Para la escuela clásica del liberalismo, esta ideología debe partir de la libre iniciativa individual, movida por el deseo de lucro, de la libre competencia entre una multitud de empresas como reguladora de la producción y de los precios, de la libre elección de la actividad económica y del libre juego de las leyes del mercado (oferta y demanda). El economista clásico Adam Smith proponía que el estado debería ocuparse nada más de la seguridad nacional, la seguridad pública, la recaudación de impuestos, y párele de contar.

Durante el siglo XX, sobre todo ante el derrumbe del bloque socialista de Europa aparece el neoliberalismo que es la máxima expresión del capitalismo, el cual nos dice, que el estado debe renunciar al manejo de la economía, que se debe llevar a cabo la privatizando todo que pertenece al Estado. En México esta tendencia se da a partir del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982 – 1988).

Durante este sexenio y los siguientes se llevaron a cabo la privatización de los bancos comerciales, Teléfonos de México, Ferrocarriles Nacionales, los Ingenios Azucareros, Imevisión y todo tipo de empresas estatales, salvo Pemex y la CFE. La experiencia de privatización estas empresas no ha sido del todo exitosa, recordemos el costoso rescate bancario de 1995 que dio origen al Fobaproa; así mismo el rescate carretero durante el sexenio de Ernesto Zedillo, la vuelta a nacionalizar los ingenios azucareros por malos manejos.

Y ahora a nivel local aparece la propuesta de privatizar el servicio de agua potable, la cual debe ser discutida por todos los sectores de la sociedad y no únicamente por el gobierno municipal, para que se pueda llegar a un consenso social que permita que la desición que se tome respecto a este tema sea totalmente democrática. Se tienen que analizar las políticas de precios para los usuarios, además se debe incorporar el hecho de que el agua no debe ser tratada como una simple mercancía, puesto que el acceso a este servicio por parte de toda la población es un derecho humano imprescindible.

César Alvarez Alvarez
Economista.
Invierno del 2006.

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